Historia

Casa Alejandro es el resultado de una ilusión heredada, una buena excusa para retornar a mis orígenes, a la tierra de mi familia. Es la oportunidad de sentir de nuevo aquello que el progreso quiere hacernos olvidar.

Mi abuelo ilustró en 4 libros (La Gudina, Cuentos de la Gudina, Los viajes de Chumbales y otros relatos y En el Serano, leyendas de la Gudina) su amor por su tierra (La Gudina), sus gentes y su sabiduría popular. Mi madre (CM) se quedó a medio camino de consolidar un proyecto rural donde los protagonistas eran básicamente l@s niñ@s y los animales.

Este proyecto se inició con la finalidad de traspasar a mi hijo Alejandro un legado en vida, atraerlo más al Oeste salmantino desde el Este español y dar continuidad al interés de mi sucesor. Ahora, esta casa la compartiremos entre tod@s y la propongo como primer paso de un viaje a la felicidad y que poco a poco ampliaremos para vuestros encuentros familiares y de amigos.

 

Casa Alejandro, hoy

No es sólo una pequeña casa acogedora y con encanto, es una herramienta para el reencuentro familiar y desconexión de la urbe. Un lugar donde » nada, va a ser TODO!!» Pero si quieres más, a 40 minutos a la redonda lo tendrás. Casa Alejandro será el campo base de tus visitas turísticas y actividades de fin de semana y vacaciones.

Te ofrecemos un servicio adecuado a tus necesidades e inquietudes. Estamos por y para ti y haremos todo lo posible (y un poquito más) para que te sientas como en tu propia casa, te relajes y disfrutes (que para eso son las vacaciones, no?)

Disfruta de lo básico pero, imprescindible para ser feliz; una chimenea con su fuego, buena compañía y el reencuentro de uno mismo con los que quieres.

Bienvenido a mi casa, que es tu casa.